Adolescentes comprometidos
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Adolescentes comprometidos
Los perros y gatos en las calles de Lima
Jean e Inés son hermanos y viven en Lima. El problema que más les preocupa es la cantidad enorme de perros y gatos que hay en las calles, son más de cuatro millones. La mayoría han sido abandonados, otros nacieron ahí.
¿Por qué les preocupa este problema?
Jean: Los perros y los gatos son seres inocentes que no pueden hablar y necesitan ayuda. Cuando viven en las calles se enfrentan a muchas dificultades cada día, como por ejemplo cruzar las avenidas sin ser atropellados.
Inés: Es un problema muy grave que me hace sentir triste, y es difícil ignorarlo porque siempre ves perros y gatos en las calles. Existen leyes que los protegen, pero el gobierno no tiene la capacidad necesaria para cuidarlos. Tanto los perros como los gatos necesitan vivir en casa de una familia que les dé amor.
¿Y qué pasa con los perros y los gatos de la calle?
Jean: Afortunadamente, hay organizaciones que ayudan a estos animales, ya sea en refugios o en ciertos lugares de las ciudades.
Inés: Por ejemplo, en un parque del barrio de Miraflores viven aproximadamente cien gatos abandonados. Los voluntarios de la organización que los cuidan, les dan comida y agua todos los días.
¿Y cómo se puede ayudar?
Inés: Se puede ayudar de varias maneras, por ejemplo ser voluntarios en estas organizaciones, o hacer donaciones, o ir al parque a hacerle cariño a los gatitos abandonados…
Jean: También puedes convencer a tus padres para que adopten un perro o un gato, así como yo lo hice.
¿Sí? ¡Cuéntenme!
Jean: Un día estábamos paseando en familia. Había un perro solo que me miraba intensamente, me acerqué a acariciarlo y empezó a seguirme. El perro estaba muy flaco y era joven. Le pedí a mis padres que lo adoptáramos. A ellos les dio pena y [lo] aceptaron. Le puse de nombre Marko. Ahora es más grande y bonito, y es súper cariñoso.
Inés: Después llegó Pimienta, nuestra gata. Estábamos de excursión con el colegio en el norte del Perú. Una mañana se nos acercó una gatita. Jean le dio algo de comer y como ella lo miraba con sus ojos verdes…
Jean: La llevé a la habitación que compartía con tres compañeros de clase y la escondimos ahí. Le pusimos de nombre Pimienta, por su color, y después la llevé a casa. ¡Felizmente nuestros padres aceptaron otra vez! Pimienta es muy linda y traviesa. Ella y Marko son muy buenos amigos ahora.
¿Qué mensaje quisieran transmitir a cada adolescente peruano?
Inés: ¡Trabaja voluntariamente cuidando perros y gatos abandonados! ¡No gastes tu dinero en tonterías, mejor dónalo a los refugios de perros y gatos!
Jean: ¡No compres mascotas, adopta! ¡Y si ya tienes perro o gato, no los abandones!
Los perros y gatos en las calles de Lima
Jean e Inés son hermanos y viven en Lima. El problema que más les preocupa es la cantidad enorme de perros y gatos que hay en las calles; son más de cuatro millones. La mayoría han sido abandonados, otros nacieron ahí.
¿Por qué les preocupa este problema?
Jean: Los perros y los gatos son seres inocentes que no pueden hablar y necesitan ayuda. Cuando viven en las calles se enfrentan a muchas dificultades cada día, como por ejemplo cruzar las avenidas sin ser atropellados.
Inés: Es un problema muy grave que me hace sentir triste. Y es difícil ignorarlo porque siempre ves perros y gatos en las calles. Existen leyes que los protegen, pero el gobierno no tiene la capacidad necesaria para cuidarlos. Tanto los perros como los gatos necesitan vivir en casa de una familia que les dé amor.
¿Y qué pasa con los perros y los gatos de la calle?
Jean: Afortunadamente, hay organizaciones que ayudan a estos animales, ya sea en refugios o en ciertos lugares de las ciudades.
Inés: Por ejemplo, en un parque del barrio de Miraflores viven aproximadamente cien gatos abandonados. Los voluntarios de la organización que los cuidan, les dan comida y agua todos los días.
¿Y cómo se puede ayudar?
Inés: Se puede ayudar de varias maneras, por ejemplo, ser voluntarios en estas organizaciones, o hacer donaciones, o ir al parque a hacerle cariño a los gatitos abandonados.
Jean: También puedes convencer a tus padres para que adopten un perro o un gato, así como yo lo hice.
¿Sí? ¡Cuéntenme!
Jean: Un día estábamos paseando en familia. Había un perro que solo me miraba intensamente, me acerqué a acariciarlo y empezó a seguirme. El perro estaba muy flaco y era joven. Le pedí a mis padres que lo adoptáramos. A ellos les dio pena y lo aceptaron. Le puse de nombre Marko. Ahora es más grande y bonito, y es supercariñoso.
Inés: Después llegó Pimienta, nuestra gata. Estábamos de excursión con el colegio en el norte del Perú. Una mañana se nos acercó una gatita. Jean le dio algo de comer y como ella lo miraba con sus ojos verdes…
Jean: La llevé a la habitación que compartía con tres compañeros de clase y la escondimos ahí. Le pusimos de nombre Pimienta, por su color, y después la llevé a casa. ¡Felizmente, nuestros padres aceptaron otra vez! Pimienta es muy linda y traviesa. Ella y Marko son muy buenos amigos ahora.
¿Qué mensaje quisieran transmitir a cada adolescente peruano?
Inés: Trabaja voluntariamente cuidando perros y gatos abandonados. ¡No gastes tu dinero en tonterías, mejor dónalo a los refugios de perros y gatos!
Jean: ¡No compres mascotas, adopta! ¡Y si ya tienes perro o gato, no los abandones!