La historia de una refugiada

María Isabel

Me llamo María Isabel, tengo treinta y seis años y soy de Venezuela. Vivo en un centro de refugiados en España desde hace ocho meses. Aquí viven setenta refugiados de distintos países, como Ucrania, Afganistán, Venezuela y diferentes países africanos.

La situación en Venezuela

Antes Venezuela era un país rico, con petróleo y muchos recursos naturales, pero la política del gobierno actual terminó con toda esa riqueza. Hoy en día tenemos un problema político y económico gravísimo. Existe una gran inseguridad y también hay mucha criminalidad, como robos y asesinatos que quedan impunes porque el sistema de justicia no funciona. Además, en muchas zonas no tenemos cosas básicas, como agua, luz o gas. En las tiendas faltan los productos esenciales, como arroz, harina, aceite o azúcar. Muchas veces hay que ir a Colombia para comprar estas cosas.

Una huida masiva

Es imposible sobrevivir en Venezuela si ganas treinta dólares al mes, que es el sueldo mínimo actualmente. Por todo ello, siete millones de venezolanos han abandonado el país en los últimos años. Yo decidí irme después de ser atacada con un arma de fuego. Fue la gota que colmó el vaso y entendí que si quería seguir viva, tenía que abandonar definitivamente Venezuela. Con mis pocos ahorros me vine a España.

Mi vida en España

Ahora vivo en Sigüenza, un pequeño pueblo en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Aquí me siento segura. El carácter de los españoles es acogedor y la gente es muy amable. En el centro de refugiados me están ayudando, entre otras cosas, a legalizar mi situación. Me gustaría mucho quedarme a vivir aquí en España.

Mis deseos para el futuro

Mi deseo ahora es poder vivir en España legalmente. Con mis documentos en regla podría encontrar un trabajo, ganaría mi propio dinero y tendría una estabilidad en la vida. ¡Ojalá lo consiga! Pero lo mejor sería poder regresar a Venezuela porque extraño mucho a mi familia y a mis amigos. Espero que la situación de mi país mejore en un futuro cercano.